El sábado 21 de marzo fue día de rugby en Edimburgo. Dato capaz poco conocido de mí es que jugé un tiempo al rugby cuando era más… ¿joven? ¿chico?
Anualmente se realiza un campeonato de rugby entre Inglaterra, Francia, Irlanda, Italia, Escocia y Gales llamado Six Nations Championship o Torneo de las Seis Naciones.
El formato del campeonato es que cada equipo juega un partido contra cada uno de los otros equipos, y la sede se va cambiando anualmente. Cada partido ganado son dos puntos, uno por empate y ninguno por derrota. Este año tocó en Escocia. El sábado no sólo se definía el campeón sino que jugaban Irlanda contra Escocia en el estadio BT Murrayfield, bastante cerca de donde vengo viviendo.
Después de desayunar, cerca del mediodía, salí a caminar por ahí. La idea era encontrarnos con el amigo argentino a las 14:30 a mirar Escocia - Irlanda en algún bar. Cuando salí me encontré con oleadas de gente, todo el mundo con banderas y camisetas tanto de Escocia como de Irlanda, todos juntos. Muchos de ellos saliendo de la estación de trenes que hay cerca de la casa. El tiempo estaba ideal, sol y no mucho frío. Había ambiente de fiesta y celebración.
Recorrí Grassmarket a ver qué tal los bares y se veía gente disfrazada de estereotipos franceses, ropas tradicionales escocesas e irlandesas, mucha gente con camisetas de Irlanda y Escocia, etc. Terminé yendo a un pub que tenía pendiente visitar sólo por su nombre: Dropkick Murphys. Es un lugar genial, pasando por abajo de un puente y con un estilo bien típico irlandés. Entré al a eso de las 13:00, pero al ver que no tenían comida decidí ir a comer algo por ahí antes de acodarme. Comí un wrap de falafel en un localcito de comida a unas cuadras, y volví a por mi primera Stout.
El pub estaba bastante vació mientras daban el partido Italia - Gales que empezó a las 13:30. Tras acodarme un buen rato me senté en una mesita frente a una de las pantallas que pasaba el partido. Gales le pasó el trapo a Italia 61 a 30. Mirando el partido me dieron ganas de volver a jugar al rugby…
A las 14:00 y poquito el bar se empezó a llenar de gente vestida con camisetas verdes, ¡los irlandeses! Y el ambiente empezó a convertirse en ambiente de celebración de nuevo. Cuando arrancaron a salir los equipos a la cancha, empezó el espectáculo. Mientras pedía una cerveza en la barra empezó a sonar uno de los himnos de Escocia. Fue algo así, y la verdad que con las gaitas y la gente cantando y todo el bar atento quedé erizado. La canción de Irlanda no se quedó atrás, Ireland’s Call fue encargada por la Irish Rugby Football Union para usar en los partidos de la Unión de Rugby internacional (y ha sido adoptada desde entonces por equipos irlandeses de otros deportes).
Arrancó el partido y arrancó la fiesta. Para ser sinceros al principio me daba igual quién ganara, pero a medida que fue pasando el partido empecé a hinchar por Escocia. El primer tiempo estuvo bastante parejo, arrancó 10 a 0 para Irlanda pero con un penal Escocia metió 3, y se fueron al segundo tiempo perdiendo 10 a 20 los escoceses.
Lo lindo es que los irlandeses estaban de fiesta, los escoceses estaban de fiesta, y todos aplaudían cuando había un tanto de cualquiera de los dos equipos.
Cada vez que Irlanda anotaba, desde la barra ponían esta canción por sobre el audio y todo el mundo cantaba a coro. También me pareció escuchar al público cantando The Fields Of Athenry alguna vez.
El tema es que Irlanda tenía chances de salir campeón, y Escocia no había ganado ni un partido… Y de a poco nos fuimos dando cuenta que hay algo que unía a los pueblos más que sus culturas en común…
Terminó el partido 40 a 10 para Irlanda y otra vez sonó el himno del Rugby Irlandés y todos cantando. Pero se venía Inglaterra - Francia y ahí se definía, si ganaba Inglaterra y hacía más puntos que Irlanda, salía campeón. Si Irlanda tenía más puntos que Inglaterra salía campeón Irlanda. ¡Los irlandeses y escoceses estaban ahora del lado de Francia contra Inglaterra! Habían franceses en la vuelta, y estaba todo el mundo unido amorosamente por el odio hacia el país de la Reina.
Ya cuando salieron los jugadores a la cancha, empezó el himno inglés (supongo) y de la barra cortaron el sonido de la transmisión para pasar música por arriba. El himno de Francia obviamente fue respetado.
El partido estuvo muy entretenido y estábamos todos como locos hinchando por Francia. A medida que pasaban las pintas de cerveza, la cosa se hacía más apasionante y entretenida. En cada anotación de Francia, de la barra nos hacían escuchar La Marseillaise :)
De nuevo, me dieron terribles ganas de volver a jugar rugby.
El final del partido estuvo super peleado. Iban 55 a 35, y con esa diferencia, Inglaterra no llegaba a campeón. Sobre el final, los ingleses estuvieron a punto de anotar de nuevo por un buen rato a nada de la línea del try, pero un penal a favor de Francia y mucho huevo de parte de la defensa hizo que se mantuviera el resultado hasta el final. Si les interesa pueden ver los últimos minutos acá.
Irlanda terminó con la misma cantidad de partidos ganados que Gales e Inglaterra, pero salió campeón por mayor diferencia de puntos. Esto hizo que explotara la fiesta. De nuevo escuchamos el himno de Rugby Irlandés seguido por I’m Shippping up to Boston de los Dropkick Murphys, momento en que la gente cantó, saltó y agitó como loca. Yo no lo podía creer…
Después de ver la ceremonia y se terminó el rugby, seguimos un rato ahí tomando cerveza. Más tarde empezó a armar escenario una banda de dos tipos que tocaban la guitarra y cantaban. Eran medio hipsters y hacían pila de temas actuales que se ve que son re populares acá pero yo no tengo ni idea. También hicieron algún clásico típico irlandés. La verdad que tocaban y cantaban bien. A medida que pasaban las horas se iba transformando el boliche y terminaron sacando todas las mesas y se hizo “baile” la cosa. Estuvimos un rato más tomando cerveza y nos fuimos.
Haciendo cuentas creo que estuve por lo menos 9 horas adentro del bar. Y la verdad que me divertí pila todo el tiempo. Fue terrible experiencia compartir los partidos de rugby con irlandeses, escoceses y franceses.
Para esta entrada no podía poner otro video que no fuera Ireland’s Call de nuevo, ¡vamos todos! Ireeeeeland, Ireeeeland!!