Llegué a Edinburgh cerca de las 10 de la noche (hay una hora menos que en París). Es mi tercera vez en Escocia, y estoy seguro que no va a ser la última :)
Ya bajando del avión me tuve que abrigar porque estaba bastante más frío. Entré al aeropuerto, hice el trámite de migraciones, levanté la valija y me fui a tomar un taxi para llegar al apartamento donde me estaba esperando el cuidador.
El taxista empezó una conversación preguntándome de dónde era. Obviamente terminamos hablando de fútbol porque es lo que se conoce de Uruguay. El hombre super simpático y educado, como la mayoría de los escoceses. Le comenté que tenía ganas de ver al Celtic en vivo en Escocia, y resultó ser de Glasgow y fanático del Celtic. Me contó de la rivalidad con el Rangers F.C., varios partidos memorables, historias, etc.
Conversando de Escocia, Inglaterra, Argentina y Uruguay, me terminó diciendo que Uruguay era a Argentina lo que Escocia a Inglaterra con todo esto del fútbol y los pueblos…
Llegué al apartamento 10:30 pm y ahí estaba esperándome Jon, la persona a cargo de cuidarlo mientras los dueños no están. Me recibió y me explicó todos los detalles de la casa, dónde está todo, cómo funciona, etc.
A una cuadra hay un supermercado express que cierra a las 11:00, así que ni bien se fue Jon, corrí hasta ahí para comprar las cosas de baño y algo para desayunar al día siguiente. A pesar de que faltaban unos pocos minutos para cerrar, el personal del super me trató re bien y tenían cero stress en que recién llegara a comprar cosas. Me van a leer mucho remarcando la educación y amabilidad de los escoceses.
Compré algo que me encanta que es tradicional acá para el desayuno de “beans on toast”, baked beans en salsa de tomate:
La gloria…
Comí un poco de porotos con pan, y me tomé una ducha de como 4 horas después de las más de 24 horas que hacía que había salido de casa. Creo que no hice mucho más que eso.
Al día siguiente me levanté temprano, desayuné algo de fruta y granola con leche de almendra que había comprado, y salí para la oficina. Ya fui familiriarizándome con el barrio de día. Estoy muy cerca de una estación de Trams, que son unos trenes que la última vez que vine todavía estaban a prueba y no estaban funcionales al público en general.
Llegué lo más bien al edificio del trabajo, el camino es bastante directo y relativamente cerca. Ahí me recibió Paul, y me llevó hasta la oficina donde estaban Mark y Peter. Mark fue quien me hospedó en su casa cuando vine en 2014 por dos semanas. Me recibieron con abrazos y haciendo chistes de mi cara sin barba, nunca me habían visto afeitado. Dicen que parezco de 10 años menos y que me van a pedir identificación para entrar a los bares. Al ratito cayeron Andy y Dan que también conocía de antes y Cadence que es “nuevo” (más nuevo que Mayo de 2014).
En un momento empezaron a hablar de la nieve y al mirar para afuera vi que estaba nevando. Fue la primera vez que vi nieve en vivo \o/
La foto no muestra mucho, pero igual después nevó bastante más. Cuando salimos, Mark me acompañó a comprarme un sim para tener teléfono y datos en el celular. Nos agarró la nieve en pleno camino, así que ya pude experimentar que te caiga nieve en los lentes y la cara…
Al volver a casa pasé de nuevo por el supermercado a comprar alguna cosa para cocinar, y aproveché para probar la primera cerveza de esta visita:
Una White Ale bastante rica, con gusto fuerte a lúpulo pero liviana. Tengo varias más en el debe, y el clima de acá es ideal para tomar Stouts que son mis preferidas :)
Al levantarme el martes, me puse a desayunar mientras veía nevar por la ventana:
Caminé nuevamente al trabajo pisando nieve y hielo. El lunes estaba un poco resfriado, se lo atribuyo al viaje de 12 horas con el aire seco y temperatura cambiante adentro del avión. Pero el martes ya estaba bastante mejor, y me resultó menos pesado el frío, aunque creo que estaba más frío que antes.
La selfie obligada, el martes al salir de la oficina: